Becas Solidarias: la historia de Salma y Amina

Hoy escribo desde la rabia y la impotencia, y también el enfado, porque estoy enfadada e indignada.

La historia de Salma y Amina, es la de muchas niñas en todo el mundo, estoy segura de ello, y sí digo niñas. Pero hoy os hablaré de lo que sé y de lo que vivo día a día, de Lamu, de este Lamu dónde tantas veces me oigo que qué afortunada soy, que vivo en el paraíso. En el paraíso… ¡mis ovarios!

Salma y Amina son las hermanas mayores de su familia, Salma tiene dos hermanos más pequeños y Amina 5. Las dos a los 9-10 años, dejaron de ir al colegio porque primero, no había dinero para pagarlo, sí en Kenia la educación es obligatoria, pero no gratuita, y segundo porque sus madres se habían casado con sus segundos o terceros maridos, y querían tener más hijos, pero no aceptaban los hij@s de los matrimonios anteriores, así que voila, las niñas se hacen cargo de los más pequeñ@s, a veces hasta en otra casa, este es el caso de Amina.

A Amina la conozco desde que llegué a Lamu en el 2018, siempre con un bebé a cuestas, bebé que iba cambiando a lo largo de los años. Su familia es una familia muy muy humilde, desestructurada y en clara exclusión social. Con su madre me he enfadado tantas veces que ni me acuerdo, siempre intentando no juzgarla, pero reconozco que a veces  lo he hecho. Con los años nos hemos ido conociendo las dos y hemos ido encajando en este difícil puzle que forman nuestras culturas. Y hace 3 años después de muchas historias que no vienen al caso,  conseguimos que Amina volviera a la escuela.

El acceso a la educación, la base de todo

El cambio que dio Amina fue espectacular, llevaba mucho retraso y era mayor que sus compañeras de clase, pero poco a poco fue alcanzando los mínimos para ir pasando de curso, la niña tímida, pasó a ser una niña sonriente, divertida, segura y con un montón de amigas de su edad, había dejado atrás su pasado de “madre” para volver a ser niña.

Salma, tiene una historia similar, pero en este caso fue su madre la que vino a pedirme si podíamos sponsorizarla, busqué el sponsor, y aquí nos topamos con otro problema, el marido de la madre, necesitábamos su consentimiento y la copia de su DNI para que pudiera volver al cole, pero no quería ni oír de hablar conmigo. Aquí también tuve un enfado de los buenos, me acordé del machismo, del patriarcado y de todas las injusticias que sufrimos las mujeres solo por ser mujeres. Cuando ya estábamos en un momento de no avanzar y de desesperación máxima, un muy buen amigo keniano me dijo que él iría a hablar con el padre y le haría entender que era mejor que Salma estudiase, que esto solo lo podían hablar entre hombres. El primer día habló con él, no sé qué le contó, el segundo día volvió con el DNI y el consentimiento. Me acuerdo que en un principio sentí rabia, rabia de que Aron lo hubiera solucionado en 24 horas, pero luego se me pasó, hay veces que hay que perder batallas para ganar la guerra.

Y Salma volvió al colegio. El cambio también fue significativo, pero además Salma, empezó a destacar, no solo cogió el nivel de la clase, si no que empezó a avanzar mucho más de lo que esperaban sus profesores, el inglés era lo único que le costaba más pero con apoyo su mejoría fue notable.

Amina y Salma se convirtieron en inseparables a pesar de ir en clases y curriculums diferentes. En cada break del cole, quedábamos juntas, hacíamos la compra de materiales y me contaban cómo les iba en el cole y se reían, mucho, cómo nunca antes las había visto reír. Amina, consciente de su situación, pedía siempre hacer clases de repaso en las vacaciones.

Las dos iban pasando de curso y en diciembre del 2022, acabaron primaria, pero con resultados muy diferentes. Salma pudo quedarse en el mismo colegio y con unas notas que haciendo la comparativa con nuestro sistema educativo, sería como de un 7.5, una notaza, contando que de los 9 a los 13 no fue a la escuela. Amina sin embargo no llegaba al mínimo de puntos que pedían las escuelas de secundaria, 200 en Lamu, que es el condado junto con Tana River, que ostenta los peores resultados de los exámenes nacionales.

Encontrar un colegio a Amina, me ha costado mucho, probamos en públicos del condado, públicos estatales, privados, pero en ninguno de ellos la cogían por su baja nota. Me planteé mil cosas, el politécnico, enseñarle en casa con un profesor privado, que trabajara, enseñarle a usar el ordenador yo misma…. Muchas opciones, pero al final ninguna me valía porque sabía que, si no iba a un colegio reglado, la posibilidad de que la casaran ganaba puntos a la velocidad del rayo. Para que os hagáis una idea, los colegios empezaron el 23 de enero y el 23 de febrero seguíamos sin cole.

Pero, como siempre pasa, para todo hay una solución, y tirando de conocidos y favores, admitieron a Amina en un colegio de secundaria de Lamu. No es el mejor colegio, ni por localización, ni por curriculum, pero al menos vamos a alejar la posibilidad del matrimonio por unos años.

Amina seguramente no será una alumna brillante, pero lo que nadie le puede negar, son las ganas que le echa. Salma se ha dado cuenta que le encanta estudiar y el otro día me contaba que quiere ser médica, y por supuesto lucharemos para que con su esfuerzo y el nuestro, su sueño se cumpla.

Programa de Becas escolares Be Social Project

Por Amina, por Salma y por otras niñas y niños, vamos a crear un programa de becas escolares a través de apadrinamiento/amadrinamiento, porque desde nuestro punto de vista, la educación es lo más importante que podemos hacer para ayudarles a cambiar su futuro. Intentar darles la mejor educación posible, potenciar sus fortalezas y apoyarles en sus debilidades.

El programa de Becas escolares de Be Social Project, priorizará a las niñas, pero va a estar abierto a todos y todas. De momento ya son 7 los niños y niñas que tenemos en este proyecto, pero queremos que sean muchos más porque tenemos casos muy cercanos, a los que nos gustaría ayudar. Todos los casos se estudian uno a uno, sabemos el historial de la familia, que se tiene que implicar en la educación, de la manera que puedan, que a veces es económica, obligarles a acompañarlos al cole u otras maneras, cada una adaptada a cada caso, porque como ya sabéis, cada caso es un mundo.

Becas actuales

Aquí os resumimos las becas que tenemos concedidas hasta ahora:

Daniel- Universidad. Estudiante de 2º de Enfermería. Coste aproximado 1200€/ año para las tasas y 550 € para manutención y transporte. Pagado con un amadrinamiento desde España, y con lo recaudado en un cumple solidario.

Amina y Salma- Secundaria. Coste aproximado 400€ al año. Patrocinadas por la ONG Amor sin barreras.

Eva- Secundaria. Coste aproximado 400€ al año. Amadrinada desde España.

Raniel, Athmani, Suleiman- Primaria. Coste aproximado 100€ al año. Amadrinados desde España.

Yahya: Yahya es un caso especial, Yahya tiene 21 años y ha sido con esa edad cuando ha tenido la oportunidad de pensar qué quiere hacer en su futuro. De momento está estudiando en el Politécnico de Lamu, hospitality (tipo hostelería enfocado a hoteles). Amadrinado desde España

Este programa saldrá en breve, pero si estás interesado en colaborar, por favor, ponte en contacto con nosotros por email y te mandamos más información.

Asante sana.

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